martes, 19 de enero de 2016

Fraudes ecológicos...


Fraudes en los productos ecológicos: si lo conoces, ¡denuncia!

Las ferias o mercados artesanales son uno de los escenarios donde se dan este tipo de engaño .

La ecología tiene algunos problemas, que van desde el bajo consumo a las dudas de algunos sobre sus verdaderas “bondades”, a los que se añade otro que comienza preocupar cada vez más: las “falsificaciones”.

Aunque con diferentes niveles de producción, la agricultura y la ganadería ecológica en España aumentan cada año y gozan de una buena salud, por mucho que buena parte de la producción se vaya fuera, entre otras cosas por el mayor tirón en el extranjero. Más del 60% de la superficie de producción se concentra en seis países, y entre ellos está España.

Frente a esta realidad, el consumo de ecológicos entre los españoles también crece año a año, pero muy lentamente: somos el principal productor europeo y sexto del mundo, pero en consumo estamos muy alejados de países de nuestro entorno, con apenas un 2% de lo que consumimos y con un consumo que ronda actualmente los 20-25 euros por persona al año. Es decir, tenemos mucho éxito exportando (más del 35% de los productos que se venden en Europa son españoles) pero poco como consumidores de nuestros propios productos.

Por aquí pululan los mismos perfiles de consumidores que por ahí, todos ellos englobados, con mayor o menor empeño, en quienes buscan los productos que más se acercan a lo natural, y les siguen los preocupados por la sostenibilidad, la ecología, la preocupación por el binomio alimentación-salud… Pero a la hora de la verdad, pocos están dispuestos a pagar el sobrecoste que tienen.

Frente a esta realidad, un problema añadido: el fraude. Galicia acaba de dar la voz de alarma por la falsificación y mala utilización de sus productos ecológicos, que se me antoja igual al problema de todas las comunidades autónomas: se venden como ecológico, sin que sean realmente ecológicos, muchos productos.

Bajo epígrafes como “de la tierra”, “ecológico” y otros términos, hay comerciantes – sobre todo ambulantes – que se burlan de sus clientes y de los agricultores y ganaderos que los producen bajo el paraguas el Consejo Regulador Agricultura Ecológica de Galicia o de productos concretos, como la D.O. Queso de Tetilla, entre otros muchos, como han denunciado algunos afectados este domingo en Ser Consumidor. Se venden en tiendas y se venden, sobre todo, que es más grave, en ferias y eventos gastronómicos ecológicos sin que nadie ponga remedio. Eventos perfectamente controlados tanto por las autoridades locales como por las autonómicas. O debería.

Perfectamente controlables también por los propios responsables de un sector que debe ser el primer interesado en poner toda la carne en el asador para evitar este fraude que afecta a nuestros bolsillos como consumidores, pero de forma muy importante a ellos mismos. Es decir, parece que no les queda otra que denunciar sin miramientos a quienes se saltan a la torera las normas, y presionar a los responsables de consumo, en sus diferentes ámbitos, para que se tomen en serio este engaño a los consumidores. Aunque solo sea, también, por el descrédito que puede generar en algunos productos…

Los que saben dónde hay fraude, quién defrauda, qué productos se venden como ecológicos y que no lo son, quien vende una fruta, una verdura, un queso o un aceite que no cumple con los requisitos de la D.0., por ejemplo, son los propios productores. Incluso en qué tiendas se engaña a los clientes, sin saberlo sabiéndolo. Y por eso su labor de denuncia es fundamental. Las autoridades de consumo en nuestro país ya sabemos que no destacan precisamente por la persecución del fraude…

No vale tirar la piedra y esconder la mano. Y tapar a los defraudadores, que a veces incluso se hace, es tirar piedras contra su propio tejado…

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